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Al Doctor Josué Rafael Tinoco Amador le interesan los procesos de pensamiento social; considera que en una cultura como la nuestra, las creencias religiosas y políticas, son fundamentales para entender los comportamientos de la vida cotidiana: La religión no se circunscribe a la vivencia del culto religioso, sino que se expresa en conductas de ayuda, en respeto a los demás, respeto a las normas, percepción de riesgos, formas de comunicación e interacción.

El estudio de la religión permite identificar patrones de comportamiento sexual, político, familiar que inciden en el comportamiento colectivo de las personas. Así los trabajos realizados en los últimos 10 años se concentran en ver los fenómenos sociales desde afuera. Las ventajas que ofrece el análisis psicosocial nos permite observar desde otro enfoque que la religión está más presente en la vida de las personas.

En un reciente seminario sobre religión ha observado que la religión aún sigue pensándose como una dualidad de pensamiento; como si el bien y el mal fueran sólo las únicas maneras del mundo de la religión. Sin embargo, es preciso que se de la debida importancia a lo que las personas tienen que decir acerca del cómo se "viven la religión" en la vida cotidiana de las personas. Sin la necesidad de dar por hecho que la religión sigue siendo una lucha incesante entre un binomio que ya no corresponde a la realidad social. Una de las ventajas de observar a la religión de una forma diferente nos permite ver que existe una relación entre los fenómenos políticos -por citar un ejemplo- y los religiosos.

Este fenómeno debe de ser comprendido y analizado desde la propia mirada de los sujetos y los aportes que la psicología social y los fenómenos de la religión puede dar.

Así que uno de los propósitos de su investigación se refiere a buscar cómo se vive la religión en estos días en distintos escenarios. Por ejemplo, con la nueva pandemia de SARS-COV 2 (COVID-19) que se ha desatado en el mundo entero y en particular en México han puesto de manifiesto los procesos del pensamiento conspiratorio, que tiene comportamientos sectarios, y está generando nuevas formas de vivir la religiosidad, más allá de las estructuras religiosas. Son justamente estas formas que la psicología social necesita develar.

Estos son sólo dos ejemplos de la necesidad de crear estudios de la religión con los distintos fenómenos que acontecen en estos tiempos.